Revisando Greenstone 2.83

Participantes del seminario en Medialab Prado

Como prometí en la entrada anterior, no voy a dejar de hacer una revisión de la versión 2.83 de Greenstone. Lo cierto es que llevaba un año lejos de esta aplicación de software, dado que mis actividades en el campo de la información digital me están llevando hacia otros productos y otras herramientas, pero no es menos cierto que desde 2002 he estado trabajando con ella, de manera más o menos asidua, desde sus remotas versiones 2.4x. Y tiene su corazoncito, ya que, junto con Drupal, fue uno de los puntos de inflexión en mi transición de la teorización a la creación de servicios de información. Y ocho años de experiencia, en especial como usuario final, me permiten decir unas cuantas cosas, que probablemente no le gusten a más de uno.

Y es que, depués de hacer una revisión detallada de la 2.83, me encuentro en la necesidad de decir que no avanza. Que como no se lleve a cabo una evolución concienzuda de la herramienta, le va a pasar como a CDS/ISIS, que languideció durante años hasta desaparecer. Que el desarrollo no es adecuado, que le faltan prestaciones, que su mecanismo de instalación y configuración no es consistente. Que necesita un impulso y una refundación. Pero vamos por partes, que voy a resumir en una serie de puntos, tanto favorables como desfavorables:

  1. Si se necesita construir y publicar rápidamente una colección organizada y estructurada de documentos digitales, es la solución ideal: rápida, flexible y barata.
  2. Su velocidad de respuesta, gracias al uso de indizadores como MGPP y Lucene y a la utilización de xml, es muy buena.
  3. El cliente GLI, programado en Java, es robusto en modo local.
  4. Es capaz de lidiar con gran cantidad de formatos de documentos.
  5. La importación de bases de datos de CDS/ISIS es clave, salvando gran parte de las mismas de la desaparición. Esto explica su expansión en países latinoamericanos y asiáticos.
  6. Hay varias empresas que dan soporte a desarrollos sobre Greenstone.

Pero los inconvenientes empiezan a ser crecientes:

  1. El instalador no permite integrar Greenstone en servidores en explotación… hay que acudir a código fuente, instalar y configurar «a mano», y no está adecuadamente documentado.
  2. No se puede instalar en un hosting externo, a no ser que tengas dedicado o virtualización.
  3. La instalación en Linux pueda dar multitud de problemas por el Perl y los parsers de xml usados (5.8), frente al disponible ahora en las distribuciones (5.10). Y los problemas no siempre tienen solución, doy fe de ello.
  4. Configurar y usar el GLI contra un servidor remoto es complicado, complicado.
  5. Le falta soporte de plugins para formatos ofimáticos recientes. Y algunos existentes no dan una buena salida: baste comparar el tratamiento de presentación que reciben los odt comparado con los doc.
  6. El uso y configuración de plugins no siempre está bien documentado, lo que entra en relación con la lentitud en la elaboración de documentación de usuario final. Los manuales genéricos no se actualizan desde 2004, ahí es nada. La mayor parte de la información útil se encuentra en el wiki de Greenstone, pero en bastantes ocasiones es incompleta o muy básica. Nuestro proyecto de documentación en español, en BerliOS, está parado por falta de aportaciones.
  7. La configuración de la capa de presentación sigue siendo complicada y confusa, mezclando html (incluso algunas etiquetas deprecated??), expresiones regulares, macros propias… y ahora css, todo bastante revuelto.
  8. Hace un tiempo pusimos en marcha un grupo de usuarios hispanos de Greenstone, que parece ir muy, muy despacio. Tiene una lista de correo en la que los usuarios preguntamos mucho, pero aportamos poco, excepto casos excepcionales bien conocidos de todos, a los que debemos reconocimiento.
  9. Y es una aplicación 1.0: nada de personalización, nada de nuevas prestaciones desde hace ya un buen número de versiones, nada de integración… parece un desarrollo de mantenimiento, estático, más orientado a que siga funcionando antes que a evolucionar.

Greenstone es una herramienta que obligo a a aprender y a manejar a los estudiantes de mis asignaturas, desde hace cuatro o cinco años, y lo voy a seguir haciendo. Es magnífica para que construyan colecciones, aprendan a manejar metadatos  y recuperen información. Pero se quejan, y con creciente razón, de sus limitaciones. Estoy preparando un paper precisamente sobre esta cuestión, que publicaré cuando encuentre destino adecuado (si los referees lo aprueban, desde luego).