El pasado 21 de marzo me invitaron amablemente a participar en las Primeras Jornadas de Cultura Libre, organizadas por la Oficina de Conocimiento y Cultura Libres de la Universidad Rey Juan Carlos. En esta ocasión no me fui al software libre, que para eso había otros magníficos ponentes; en su lugar, me centré en el campo de los contenidos, en la cultura libre.
Cuando se piensa o se habla de «libre», siempre acaba apareciendo el software libre como eje. Sin embargo, no deja de ser un instrumento, una herramienta, para que las personas puedan hacer cosas. Al final, acaban creando, recreando, mezclando y publicando contenidos en muy diversos formatos. Pero eso no quiere decir que el resultado sea libre: del uso del software libre no se hereda automáticamente contenido libre, ni mucho menos.
Las diferentes legislaciones sobre propiedad intelectual, pensadas para proteger las inversiones de los editores y productores, que no a los creadores (por mucho que se empeñen en decir), son enemigas declaradas de la cultura libre. Tampoco todas las licencias Creative Commons sirven para crear cultura o conocimiento libres. Sobre todas estas cosas, y sobre el significado de las licencias, del procomún, del dominio público, de algunas obras de reflexión y referencia, o de los proyectos wikimedia, trato en mi intervención, que se puede ver en el video de la jornada, a partir de 2:13:35.
Y, para completar, la presentación que sirvió de acompañamiento a mi intervención.