Un fantasma recorre Europa: NO a la censura en Bibliotecas

Puede parecer increíble que en el siglo XXI, con todo lo que se vivió en el siglo XX, tenga que venir FESABID a recordarnos que Un fantasma recorre Europa: NO a la censura en Bibliotecas. Pero así es. Y es que los ultras no hacen prisioneros.

La censura que se ejercita sobre los documentos escritos es tan antigua como la historia escrita de las sociedades. La destrucción o apropiación de estelas o relieves o monumentos de «otros» (y otras, no olvidar) gobernantes ha sido común a lo largo de la historia. La damnatio memoriae de los romanos, tan conocida, es sólo una expresión de lo que ya hicieron antes mesopotámicos, egipciones, griegos, chinos… y los que vendrían después.

Esto se está produciendo ya en nuestro país, en la estela del trumpismo estadounidense. Ayuntamientos que quieren retirar a bombo y platillo materiales de bibliotecas, anulan o suspenden actividades o actuaciones culturales con la acusación de «adoctrinamiento»… Cualquier cosa que no entre dentro de su marco de orden y buen gusto. Y, lo más triste, apoyados en pretendido demócratas respetuosos de la constitución… que no se la han leído, claro está. No han aprendido nada de las vicisitudes de la República de Weimar

Tan peligrosa como la actuación de los ultras es la propia autocensura. Un fenómeno que se está produciendo últimamente, desde diferentes supuestos ideológicos, y que lleva a una adulteración de los documentos escritos. Las «adaptaciones» de obras literarias a los «gustos» no dejan de ser un remedio barato y vago a la incapacidad de educar en libertad a los lectores. Recomiendo la lectura del texto de Cordón y Muñoz titulado No leer: las nuevas formas de censura en el circuito bibliográfico y editorial, publicado en el Anuario ThinkEPI en 2023.

Fotografías tomadas de Wikimedia Commons

Cuando he ido a Berlín, uno de mis paseos por Unter der Linden siempre me ha llevado a la Bebelplatz. Las sociedades que no leen su historia están condenadas a repetirla.