Recientemente Facebook y Twitter, esos inocentes amigos de lo social, han decidido dejar de prestar el servicio de sindicación de contenidos mediante RSS. La causa y la traducción de esta acción es evidente: quieren que el usuario esté permanentemente en su página, para bombardearlo con publicidad quiera o no. Ya no te dejan que puedas revisar a posteriori lo que se vaya publicando, y acudas a lo que te interese: no, la economía de la atención es cara, cuesta mucho, y «aquí es donde vais a empezar a pagar», como decían en Fama…
Hace poco se ha discutido por la red si los lectores de RSS y la sindicación de contenidos mediante este formato tienen sentido y futuro. Por supuesto, los iluminados 2.0 se han apresurado a decir que teniendo a Twitter, quien necesita eso tan antiguo del RSS, quien necesita Google Reader, y otras melonadas por el estilo… evidentemente, sesudas razones basadas en sólidos argumentos. Claro, es que Twitter es una herramienta especialmente pensada para organizar, gestionar y almacenar información digital, como cualquier novato puede apreciar en cuanto lo haya usado cinco minutos. Modo ironic off…
Lo cierto es que estas discusiones suelen ser poco razonadas, en la mayoría de las ocasiones. Es necesario llevar a cabo una primera distinción. Una cosa es el estándar RSS, otra cosa las aplicaciones para su gestión, y otra la sindicación de contenidos. En Genbeta se preguntaban hace unos días si tenían futuro los lectores de RSS; y argumentaban que se trata de herramientas distintas con objetivos y funcionalidades distintas, que pueden convivir perfectamente, y que, en cualquier caso, ni uno ni otro, por sí mismos, son soluciones completas ante el problema del desbordamiento informativo. La utilización de RSS para la sindicación de contenidos es imprescindible en el entorno web actual, y prueba de ello es la creciente disponibilidad de aplicaciones para tablets que hacen uso del mismo para recuperar e integrar información. Otra cuestión es si, como apuntaban en Error 500, el perfil del usuario superconsumidor de información se está diluyendo, lo que también plantea cuestiones muy interesantes, en especial para el perfil profesional de información y documentación. Al fin y al cabo, las herramientas son reflejo de necesidades que resolver.
A mí me gustan los lectores RSS, y los seguiré utilizando mientras no hay aun gestor de información de alertas mejor diseñado. Eso sí, no soy de Google Reader, que siempre me ha parecido confuso y limitado. Para esto, igual que para el correo electrónico, sigo usando aplicaciones de escritorio de toda la vida. Y aunque suelo usar almacenamiento en la nube, también lo tengo replicado en cada una de mis máquinas. En la situación actual, la redundancia de información es casi obligatoria, y cuando trabajas distribuido sobre dos sobremesas y dos portátiles, la redundancia por replicación es fundamental. El potencial que me dan estas herramientas de periodización, etiquetado, resalte de color, organización por categorías, anotación o recomendación no se encuentra en ninguna otra aplicación, quizá con la excepción de algunos sistemas de anotación para navegadores, pero que no gestionan las alertas y el histórico como lo hacen los lectores.
Las dos herramientas más que recomendables, por ser software libre y por ofrecer veriones para GNU/Linux, Windows y OS X, son:
- RSSOwl: un clásico, ampliamente extendido, y que ofrece una amplia gama de prestaciones. Responde siempre, y suele ser muy estable. Un must si se tienen vigilar simultáneamente numerosas fuentes de información. Necesita Java, cómo no…
- BlogBridge: además de la herramienta, dispone un servicio de filtrado y selección de feeds por suscripción (no es obligatoria su compra). Ofrece una funcionalidad de filtrado selectivo, SmartFeed, muy interesante para enfocar la gestión a temas o perfiles específicos. También Java…