El pasado jueves 6 de octubre tuvve la suerte de ser invitado a moderar la Jornada sobre Ecoedición-Greenpublishing, una mirada internacional a la ecoinnovación y sostenibilidad editorial, organizada por el Proyecto Life+ Ecoedición, gestión sostenible de publicaciones en la Administración Pública, LIFE08 ENV/E/000124, que se desarrolla en la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Las verdad es que son pocas las oportunidades que tengo de disfrutar en un evento de este tipo con gente del mundo editorial, así que fue un placer.
La Jornada, inteligentemente planteada, ofreció la posibilidad de oir en un mismo foro a destacados miembros del sector editorial (Hachette, nada menos), a iniciativas de edición sostenible de corte ONG, a productores de materia prima, esto es, pasta de papel reciclado, y a proveedores e investigadores en sellos y certificaciones para ediciones sostenibles, además de un representante de consumidores. Lo cierto es que en todos los sectores existe un enorme interés por la edición sostenible, pero el sueño choca con la realidad de la competencia que llega desde países cuya preocupación ambiental y social es nula. A pesar de ello, existen experiencias y productos que demuestran que el público, el que finalmente tiene que comprar los libros, está preocupado por los problemas medioambientales, y no plantea problemas para comprar libros en papel reciclado… eso sí, siempre y cuando considere que el precio es justo y adecuado.
Un elemento clave en la ecoedición son los indicadores o sellos que acreditan a una edición como sostenible. Y es que la ecoedición no se reduce a usar papel reciclado. El cálculo del impacto ambiental de un libro incluye, entre otros, indicadores sobre las tintas empleadas, el coste energético de producción, el impacto de los mecanismos y circuitos de almacenamiento y transporte, logística… es decir, que es necesario llevar a cabo un análisis del ciclo de vida completo, y no olvidar que es necesario mantener la cadena de custodia, que asegura que la pasta de papel proviene de bosques certificados… todo un mundo que al usuario final del libro le pasa completamente desapercibido, pero que debería conocer para apreciar el esfuerzo y trabajo que hay tras una ecoedición.
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Y antes de que alguien pregunte, no, no se habló de libro electronico, que para eso ya hubo otros foros en LIBER 2011, como la mesa de Editores Digitales Independientes que ha reseñado jamillán en su blog.
