Esta semana es viajera. Lunes y martes estoy en Santiago de Compostela, impartiendo un curso del mismo título que esta entrada, orientado a bibliotecas. En varias entradas de este blog he criticado el espejismo 2.0, en cuanto para muchos es meramente una etiqueta para vender «motos», y seguir haciendo lo mismo, pero con un barniz tecnológico-festivo que queda muy fashion. Y es que, como dice mi mujer, «las revistas de moda hacen mucho daño…»
Evidentemente, y con este título, la mayor parte del curso está dedicado a ver herramientas, y a aprehender su potencial para su utilización en servicios bibliotecarios. No me vale la gallina o el huevo: primero fue el usuario, luego la colección, y por último la biblioteca, que no es más que una estructura organizativa especializada en organizar y facilitar el acceso a la información. Puedo dar servicios clásicos usando 2.0, pero puedo crear servicios nuevos usando 2.0, e indudablemente debo centrarme en lo que quiere y necesita el usuario; que no, que el usuario no es tonto… y hace cosas que hace muy poco tiempo no se podían ni imaginar.
El planteamiento y los materiales del curso pueden consultarse usando el enlace situado en la recopilación de enlaces de la dercha, en la entrada Herramientas colaborativas del web 2.0 para bibliotecas y servicios de información, 2008/09. Y como las cosas son como son, sigo dedicando un apartado dedicado al diseño centrado en el usuario, porque el web 2.0 y la biblioteca 2.0 son para los usuarios.
