FESABID y su estudio sobre prospectiva de la profesión

FESABID presentó en sociedad el pasado 12 de diciembre un estudio, elaborado a lo largo de 2011, sobre el estado actual y la prospectiva de la profesión. Se trata de un texto que recoge y enumera las principales aseveraciones y conclusiones que los autores extraen de dos principales fuentes de información. En primer lugar, una encuesta respondida por más de 1500 profesionales sobre diferentes aspectos, y en segundo un estudio con método Delphi, remitido a una veintena de profesionales del sector.

En realidad, el estudio empieza con una Primera parte que contiene la explicación de la metodología de trabajo empleada y referencias a otros estudios previos existentes, seguida de una Segunda parte que aborda la realidad y la evolución del sector, atendiendo a informaciones cuantitativas extraídas de diferentes fuentes de información estadística. La Primera parte realiza un sintético y recomendable resumen de casi todos los estudios de este tipo realizados en españa, por lo que se convierte en una referencia obligada para introducirse en este campo. La Segunda parte toma datos de diferentes indicadores estadísticos oficiales y, en principio, no dice nada que no hayamos podido intuir: Hasta 2009 el empleo iba creciendo lenta, pero paulatinamente, tiende a haber más mujeres que hombres, el mayor nicho de trabajo es el de las bibliotecas, el sector se concentra en Madrid y Barcelona…

La Tercera parte contiene los resultados obtenidos de las encuestas a profesionales. Se consideraron como válidas unas 1500 encuestas, de las que debe destacarse una mayoría de mujeres (75%) y de bibliotecas (70%). El perfil genérico de las respuestas muestra que la profesión es de edad «cuarentona» (lo escribo con cariño). De las respuestas, me permito entresacar algunas ideas:

  • Los perfiles y las formas de trabajar cambian y evolucionan constantemente (y teóricamente, los centros en los que trabajan también…).
  • La mayoría de la profesión considera que su trabajo exige formación permanente.
  • Se consideran dentro de la misma profesión, pero con perfiles (bibliotecarios, archiveros…).
  • La universidad no prepara adecuadamente para la vida profesional (siempre con el mismo tópico, desde hace veinte años… pues claro, ¿no habíamos quedado antes en que es necesaria la formación continua? Que ganas de dar la vara. Seguro que a un ingeniero recién salido le ponen a dirigir una central nuclear, y a uno de empresariales a dirigir un banco… ya vale, a ver si pensamos más detenidamente en lugar de culpar el resto del mundo. Eso no quiere decir que la formación universitaria no sea mejorable, desde luego.).
  • La aplicación de tecnologías facilita el trabajo (verás, es que este trabajo no se puede hacer sin tecnologías desde hace ya un tiempo…).

En la visión de prospectiva no hay nada que destacar. Lo cierto es que con las cuestiones planteadas era muy difícil no estar de acuerdo, así que hubiese sido deseable alguna cuestión capaz de a romper la uniformidad de pensamiento que muestra el planteamiento del estudio. En realidad, reflejan la opinión común que puede palparse en redes sociales, congresos o listas de correo. Eso sí, yo afirmo que la profesión, en un amplio número, no es ni está tan avanzada y moderna como pretende. Cuando te hablan de nuevos perfiles, y te proponen gestión de contenidos o arquitectura de la información, o redes sociales, te entran ganas de recomendar que se lean el Libro Blanco del grado, que ya tiene unos añicos, y donde todo esto ya estaba… pero es mejor seguir con el tópico. Igual que cuando me siguen hablando de «nuevas tecnologías»…, por favor, que eso era un concepto de hace una década. Termino con la perla: «La formación universitaria deberá adaptarse a las necesidades de formación de los profesionales.» Claro, como tenemos un mercado laboral tan avanzado y puntero en métodos y técnicas a nivel mundial… un poco de rigor, por favor.

La Cuarta parte ofrece las afirmaciones y conclusiones obtenidas del estudio de los informes de expertos seleccionados, usando una metodología Delphi. Como no podía ser de otra forma, la culpa es de la universidad, que no forma buenos profesionales. Pues vale. Pero mira, resulta que los expertos parecen coincidir conmigo en la apreciación de que el colectivo profesional no está tan evolucionado como dice de sí mismo. Coincido con ellos en la amenaza que supone la endogamia y en el problema que supone desdeñar el conocimiento sobre los usuarios (real, no imaginado o inventado por el profesional de turno). Y en los problemas derivados del espejismo tecnológico en el que se siguen moviendo muchos centros y profesionales. También coincido con ellos en mejorar la formación universitaria, siempre y cuando no se pierda que vista que es imposible que ninguna titulación universitaria (ninguna) pueda formar por completo, laboral y profesionalmente, todos y cada uno de los aspectos necesarios para la actividad laboral.

La Quinta parte es un compendio de las conclusiones delineadas en las parte previas. En realidad, y siendo irónico, este estudio sirve como referencia de la visión que el sector tiene de sí mismo. Y como tal, muestra los tópicos recurrentes, algunos desde hace demasiado tiempo, sobre la actividad profesional, el entorno de trabajo y la formación. No hay que olvidar que este tipo de análisis se basa en opiniones y, como tales, todas son matizables o discutibles. Por una parte, me alegra el esfuerzo de los profesionales por definirse a sí mismos y sus perspectivas. Por otro, me preocupa seguir oyendo algunos sonsonetes clásicos desde hace más de una década. Para terminar, lo que no termino de comprender es la razón por la cual FESABID impide la descarga del documento a texto completo. Mucho predicar Open Access, Linked Data y Creative Commons, pero una cosa es predicar y otra dar trigo…