Cómo crear un mal centro de investigación…

En el número de marzo de Communications of the ACM (2014, vol. 57, núm. 3). David Patterson, Pardee Professor of Computer Science at the University of California at Berkeley, nos regala con un refrescante texto que recoge sus ocho mandamientos para crear un mal centro de investigación (pags. 33-36). Digno de leer…

Ciencia, ciencia...
Ciencia, ciencia…

El prof. Patterson comienza indicando que, para él, un centro de investigación es un proyecto de investigación, con al menos tres profesores dedicados al mismo, una docena de estudiantes, y una visión común. Casi nada, reunir hoy en día una docena de estudiantes dispuestos a dedicar parte de su vida a la ciencia…  Bueno, lo interesantes son los irónicos Eight Commandments on How to Build a Bad Reseach Center (págs. 33-34), que, con permiso del propio Patterson, incluyo a continuación:

  1. No mezclarás disciplinas en el centro. Es difícil que la gente de una disciplina hable con la gente de otra, porque no tienen una cultura o un vocabulario común. Multiples disciplinas malgastan el tiempo y los preciosos fondos para investigación. Permanece puro.
  2. Expandirás el centro. El crecimiento se mide geográficamente, no intelectualmente. Por ejemplo, en EE.UU. el ideal es tener investigadores de 50 instituciones de los 50 estados, y esto será bien visto por las agencias de financiación.
  3. No limitarás la duración temporal del centro. Para demostrar tu fé en la misión del centro, deberás prometer trabajar en el mismo durante décadas.
  4. No construirás un prototipo del centro. Integrar los resultados en un prototipo quita tiempo a los investigadores de su investigación privada, más importante.
  5. No molestarás a tus vecinos. Buenas paredes crean buenos investigadores; el aislamiento reduce las posibilidades de distraerte de tu trabajo.
  6. No hablarás a extraños. No gastes tiempo presentando resultados de investigación a extraños; cumpliendo los ocho mandamientos, los revisores de tus numerosas publicaciones ya te ofrecerán suficiente realimentación.
  7. Tomarás las decisiones como un consenso de iguales. El Congreso es un excelente ejemplo de de cómo progresar mediante el consenso.
  8. Honrarás a los editores de tus papers. Los investigadores de la investigación miden la productividad por el número de papers y las citas que reciben. Para asegurar el éxito del centro, debes escribir, escribir y escribir, y citar, citar y citar. Si la ratio de aceptación de un congreso es 1/X, obviamente debes enviar por los menos X papers, porque de lo contrario tu centro no tendrá un paper en cada congreso, lo que es una catástrofe.

El autor pasa después a formular los ocho mandamientos para crear buenos centros, que, como se puede imaginar, son completamente opuestos a los anteriores. Seguro que las preclaras mentes que rigen la política científica en nuestro entorno parecen compartir sus principios, ya que no dan importancia ni al peso bruto ni a la cantidad cuando valoran estructuras de investigación ¿verdad? Además, Patterson defiende que los centros de este tipo proveen un mecanismo eficaz para mejorar los procesos educativos de los estudiantes . Y tiene razón. Realmente, la dicotomía entre enseñanza e investigación que se mantiene en sectores de la universidad es ridícula: la universidad no es un ciclo inferior que se pueda resolver con manuales; es una UNIVERSIDAD, con mayúsculas, que debe formar a los mejores con lo mejor. Y eso sólo se puede hacer conociendo el estado de la investigación en el campo que se trate, y participando en ella.