Jornada de Calidad de Revistas de Ciencias Sociales CRECS 2011

El 3 de mayo se celebró la Jornada de Calidad en Revistas de Ciencias Sociales CRECS, el auditorio de la Fac. de Comunicación Blanquerna (Univ. Ramón Llul). El evento sirvió para celebrar el 20 aniversario de la revista El Profesional de la Información, el EPI de siempre, y para presentar el Anuario ThinkEPI 2011. Aparte de felicitar a los protagonistas de ambas hechos, lo interesante, y verdaderamente remarcable, es que el evento sirvió para reunir a especialistas en diferentes aspectos de evaluación y de edición de revistas científicas, que expusieron, con una claridad notable, problemas, perspectivas, proyectos y tesituras actuales.

El programa de la Jornada fue muy completo, y quizá lo que más se pudo echar en falta fue tiempo para poder intercambiar opiniones con muchos de los ponentes. Y es que el programa y los contenidos fueron densos y completos. Cuadrar todos los aspectos de las revistas científicas de sociales en un día es una misión imposible. Diferentes aspectos parciales me llamaron la atención. Dada mi poca fe en indicadores numéricos de la calidad de la producción científica, la exposición de indicadores, índices y listados de referencia no me supusieron mayor problema. Sí que coincido plenamente con la apreciación creciente, incluso por parte de los propios especialistas en la cuestión, sobre el mal uso, incluso el uso fraudulento, que en diferentes instancias se está haciendo de los indicadores, tanto en el campo de la definición y evaluación de políticas de investigación, como en el creativo campo de la “ingeniería del curriculum”. Pero ¿porqué la mayor parte de los criterios de calidad son cumplimiento de meros aspectos formales y de procedimiento, sin entrar al fondo del problema real de una revista científica, que es la calidad de su contenido?

Lo que sí me llamó la atención fue el proyecto del I3C de la FECYT, que pretende crear un nuevo índice de calidad, impacto… un proyecto multimillonario (allí se habló de cinco millones de euros de fondos públicos, más lo que aporta el Santander a través de su brazo armado Universia), cuyo resultado por el momento es oscuro, y cuyos métodos y técnicas son totalmente opacos. Hay que darle un tiempo de confianza para ver resultados, pero con ese dineral más les vale que sea algo impresionante, porque en otro caso quedarán como un ejemplo de malgasto de fondos en época de crisis. Supongo que alguien asumiría la responsabilidad…

La mesa redonda del final de la jornada fue de lo más interesante, en cuanto se consiguió reunir a los editores de casi todas las revistas científicas de información y documentación para que diesen una visión rápida del momento. Y algunas que no estaban tampoco son productos de mucha calidad, así que no se les echó en falta y nos evitamos milongas. Como autor y revisor, se me ocurren varias cuestiones que los editores de revistas científicas (no de divulgación) de información y documentación deberían tener en cuenta, como por ejemplo sus políticas de selección de comités asesores y de evaluadores, la influencia del amiguismo en la publicación, la falta de proyección internacional por su falta de sensibilidad a publicar en inglés, o el localismo que muestran algunas revistas universitarias. Y es que cumplir meros protocolos formales de Latindex, FECYT o cualquier otro, para ponerse la medallica correspondiente, no asegura un producto de calidad… imagino que en una futura jornada CRECS podremos seguir profundizando en el tema, con menos exposición del siglo pasado, y más discusión provechosa: menos estrado y más sofá… y sigue faltando una buena formación en preparar presentaciones, que menudo aburrimiento; habría que prohibir el powerpoint.