Los días 17 y 18 de octubre estuve participando en las 2as Jornadas Valencianas de Documentación, que se celebraron en la Ciutat Politécnica de la Innovació, en la Univ. Politécnica de Valencia. Sí, esos edificios frikis de colorines llamativos situados casi, casi en la orilla del mar…
La idea que animaba a estas jornadas era organizar un foro en el que los participantes pudiesen adquirir nuevas perspectivas para sus futuro o actividad profesional, y de paso, poder ver ejemplos de proyectos, ideas y productos que fuesen novedosos (cada vez me repelen más los sonsonetes «innovador» y «emprendedor», la verdad). Y cuanto más se pudiese discutir sobre todo ello, mucho mejor.
A tal fin, el COBDV organizó dos días en los cuales las mañanas se dedicaban a discutir y participar, y dos tardes dedicadas a aprender. Las jornadas empezaron fuertes, tratando sobre el complejo panorama relacionado de la formación académica, las condiciones de trabajo (becarios, divino tesoro…), perfiles, etc. Y con una animada discusión. Depués, una segunda sesión, en la que se delinearon las posibilidades y características de startups y spin-offs (otros dos términos cansinos), y un par de experiencias vitales diferentes, de movilidad y adaptación a entornos cambiantes. Por la tarde dos seminarios paralelos, dedicados a la formación de empresas, microempresas y planes de viabilidad, y a las características y diseño de acciones formativas en entornos digitales (las chicas de SocialBiblio son incansables…). Y se termina cerrando con una sesión de pósteres.
El segundo día, con la misma estructura de trabajo, se inicia con dos sesiones matutinas dedicadas a tendencias (más bien realidades) de tecnología aplicada, como preservación digital y Open Data, y a proyectos y productos en activo, que han llegado y que van a marcar la pauta a corto y medio plazo, como los MOOCs, Wikipedia, libros interactivos o vigilancia tecnológica. Y, de nuevo, una muy activa e interesante participación de los asistentes. Por la tarde, dos nuevos seminarios, dedicados a Las RDA (increíble, pero es al que asistí yo, con la tirria que le tengo al engendro catalogador ;-), y al desarrollo de apps móviles. Y una segunda sesión de pósteres. Las jornadas se cerraron con la entrega de los premios a los mejores pósteres (no, no hubo petardas conferencias del sabio de turno ni de anodinas y latosas comunicaciones, un verdadero acierto).
Realmente, estas jornadas me han satisfecho mucho. No han insistido en el caduco modelo de conferencia, comunicaciones, mesas de relleno, sino que han convertido a las mesas de discusión en el eje motor de las jornadas. La utilización de pósteres para la presentación de experiencias ha aligerado notablemente la dinámica. Y las sesiones matutinas en formato mesa con intervecnión breve y participación han resultado muy atrayentes. Recientemente, sólo las Jornadas Bibliosalud de Cádiz, a las que también tuve la suerte de asistir, han sido tan dinámicas y divertidas, todo hay que decirlo. Mi felicitación a los organizadores y a los participantes, y deseo que continuen con esta dinámica tan interesante.