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Estructura sección 7:
7.1. Concepto de teledocumentación
7.2. Los actores de la teledocumentación
7.3. Herramientas del usuario final
7.4. El IRS (Information Retrieval System/Sistema de Recuperación de Información)
7.5. La creación de bases de datos en línea
7.6. Clasificación de las bases de datos
7.7. Fases tradicionales de una búsqueda teledocumental
7.8. Estructura de los registros existentes en los host
7.9. Servicios complementarios facilitados por los distribuidores
7.10. Ventajas e inconvenientes de la teledocumentación. El estudio del coste.


7.2. Los actores de la teledocumentación

La teoría tradicional sobre teledocumentación (LANCASTER y WARNER, 1993) establece la existencia de cuatro actores en el proceso teledocumental:

1. Productores de bases de datos: son los diseñadores y creadores de las bases de datos, que posteriormente son accesibles al usuario. Estos creadores desarrollan un producto, según diferentes estudios de mercado y de necesidades de información, seleccionado el área de cobertura, los fondos incluidos, y dan soporte al desarrollo y crecimiento posterior de la base de datos.
2. Distribuidores o "host": este segundo actor es el encargado de situar la base de datos a disposición de los usuarios interesados, actuando como intermediario entre el productor y el usuario. Establece una serie de convenios con los productores para ofrecer sus bases de datos, a través de contratos con los usuarios. Normalmente suelen disponer de una compleja estructura informática para hacer frente a numerosas consultas simultáneas por parte de los usuarios. En numerosas ocasiones, los host son también productores de bases de datos, lo que puede abaratar sus servicios. Por contra, los productores suelen licenciar sus bases de datos a varios distribuidores, con la finalidad de favorecer la competencia y obtener mejores resultados.
3. Redes de comunicaciones: las redes de comunicaciones son la infraestructura técnica que permite el establecimiento de comunicación entre el distribuidor o host y los usuarios finales. Dependiendo de la situación y de la normativa existente en cada país, la tipología puede ser muy variada, tanto en el ámbito económico como en el ámbito técnico.
4. Usuarios finales: son los usuarios y demandantes de la información almacenada en las bases de datos mantenidas por los host. Disponen de una terminal informática conectada a la red de comunicaciones pertinente, lo que les permite acceder a las bases de datos ofrecidas por el distribuidor, tras el pertinente contrato de ambos servicios.

7.2.1. El papel de los soportes ópticos.

La teledocumentación ha sido puesta en entredicho en el cambio entre la década de 1980 y la década de 1990. La popularización de las bases de datos documentales en soportes ópticos, especialmente en CD-ROM, a un precio moderado, hizo pensar en ocasiones en una decadencia de los distribuidores tradicionales. Sin embargo, unos pocos años han bastado para poner las cosas en su justo sitio. No hay que ver ambas posiciones como enfrentadas, sino como complementarias. El CD-ROM ofrece un acceso local, a un coste módico, a bases de datos muy completas, que sin embargo ofrecen el problema de la actualización. No es posible una actualización inmediata de las bases de datos en CD-ROM, lo que sí es ofrecido por la teledocumentación. Como puede imaginarse, en áreas donde la actualización y la novedad en el estado de la información son decisivas, poco puede aportar el CD-ROM, como en el caso de una agencia de noticias. Sin embargo, en lo que se refiere a archivo, el CD-ROM posee una ventaja innegable frente a la teledocumentación (LIZASOAÍN, 1992). Ambos deben considerarse bajo la óptica de las necesidades del usuario y del tipo de información, más que sobre las características de la tecnología utilizada.

7.2.2. Otros servicios de información en línea.

El mundo de los servicios de información en línea resulta ser sumamente dinámico y cambiante. En épocas recientes se ha visto una rápida aparición y caída de algunos sistemas, como el teletexto (CHAMORRO y GONZÁLEZ, 1992), o la generalización de sistemas de información y comunicación interpersonales, como los BBS (Bulletin Board Systems) (ABOBA, 1993). El teletexto, una iniciativa europea principalmente apoyada por Francia, ha tenido una vida y resultados efímeros, excepto en el caso del Minitel galo. Un insuficiente nivel de definición de la imagen, la lentitud en el acceso a la información y el elevado coste han sido definitivos en su fracaso, a pesar de ser una opción válida, en principio, para popularizar el acceso a la información mediante redes de telecomunicaciones. Muy diferente ha sido el caso de los BBS, los cuales se han desarrollado como foros electrónicos de acceso e intercambio de información, principalmente en los Estados Unidos de América, con empresas señeras como Compuserve o American On Line (AOL). Compuserve ofrece acceso directo a gran cantidad de bases de datos sobre todo tipo de cuestiones, incluyendo revistas con artículos a texto completo de variados ámbitos, información económica y comercial... La facilidad de acceso, la gran cantidad de información de todo tipo contenida en ellos, la posibilidad de intercambiar información con otros usuarios, los sistemas de mensajería electrónica, y la incorporación de algunos servicios de acceso a bases de datos, a través de las propias BBS, y el bajo coste, similar al de una llamada telefónica, así como la utilización como terminal de cualquier ordenador equipado con modem, han sido factores de éxito que han favorecido, casi sin transición, la entrada en el mundo de Internet.

 

 

Jesús Tramullas y Kronos © 1997, 2000.