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Hipertexto e hipermedia

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Estructura sección 6:
6.1. Multimedia y nuevos documentos
6.2. La integración de multimedia en las bases de datos
6.3. La metodología en una base de datos multimedia
6.4. Documentación y bases de datos multimedia

6.5. Hipermedia


6.2. La integración de multimedia en las bases de datos.

La aparición y desarrollo de la tecnología multimedia ha revolucionado el concepto tradicional de base de datos, entendidas como elementos de información textual y numérica, los cuales a su vez eran organizados de acuerdo a un conjunto preestablecido de normas. Estos componentes se ven enriquecidos por la posibilidad de completar los objetos a los que representan mediante elementos gráficos y/o sonoros, en un entorno integrado. El usuario obtiene entonces una representación compleja, múltiple, de los objetos del mundo real, y de sus categorías de información, que son representados en la base de datos. El ambiente de un sistema de gestión de bases de datos multimedia integra texto, datos, video, imagen (estática y dinámica) y sonido.

La integración de diferentes tipos de información en un único documento pone de relieve la importancia de las tareas de representación del contenido informativo, especialmente la indización de imágenes y documentos sonoros. Los mecanismos de recuperación de información de estos sistemas siguen utilizando, (excepto aquellos más punteros, todavía en fase de investigación) términos como elemento de formulación de requerimientos. La utilización de complejos mecanismos y normas de indización de estos documentos merece cada vez en mayor volumen la atención de los investigadores (WALKER y JONES, 1994; AZORÍN Y LÓPEZ, 1994), por lo menos hasta que se difundan mecanismos de recuperación basados en patrones gráficos o técnicas similares.

En una base de datos multimedia se está trabajando con un marco que no sólo incorpora los datos. Esos datos pueden tener variabilidad espacial y temporal. Por lo tanto, un documento introducido en una base de datos multimedia es una composición temporal, en la cual hay que introducir los diferentes tipos de datos, tanto como las relaciones de configuración y temporales existentes entre ellos. Los datos deben estar sincronizados, controlando tanto su estado como su comportamiento.

6.2.1. Los documentos multimedia.

Los documentos multimedia se forman mediante la agregación de objetos de diferentes tipos, objetos que pueden ser de gran tamaño, y llegan a mostrar gran variedad en lo referido a estructura y representación. La representación del documento multimedia busca comunicar de forma efectiva no sólo el documento y su contenido, sino también la semántica, los conceptos subyacentes y la relación entre ellos. Una comunicación de información que siga estas normas tiene asegurado un adecuado nivel de calidad. Por lo tanto, resulta ineludible fijar como uno de los enfoques básicos el análisis de las características de los usuarios humanos del sistema, para lo cual deben analizarse los patrones de comportamiento del usuario en el acceso y comprensión de las estructuras informativas (BIANCHI et alii, 1996).

Sirva el párrafo anterior como introducción para establecer una primera conclusión: en el momento en el que se comienza a diseñar e implantar una base de datos multimedia, el objeto de trabajo ya no resulta ser el registro tradicional: el usuario está tratando con un documento electrónico. Este ha sido creado procesando los diferentes tipos de información (texto, gráficos, imágenes, datos, imágenes animadas, sonidos) presentes en un almacén o repositorio de información. A esto hay que añadir que tras largos años de implantación y desarrollo de las tecnologías de bases de datos, las organizaciones y empresas disponen de grandes volúmenes de información almacenadas en bases de datos, generalmente en diferentes plataformas y aplicaciones, distribuidas en diferentes localizaciones geográficas. Estas circunstancias exigen que la implantación y explotación de bases de datos multimedia exija dos elementos:

1. La disponibilidad de bases de datos avanzadas, en un entorno de fácil utilización por parte del usuario.
2. El establecimiento de redes de telecomunicaciones de alta velocidad.

6.2.2. Los sistemas de gestión de bases de datos multimedia.

De hecho, es la heterogeneidad de los tipos de información que son necesarios en la actualidad unas las razones que ha favorecido, por parte de la industria y los usuarios, el desarrollo de sistemas de gestión de bases de datos multimedia, que han sido llamados también "gestores de información hipermedial" (DÍAZ, CATENAZZI y AEDO, 1996: 174). Las aplicaciones SGBD tradicionales ofrecían limitaciones en aspectos como el acceso complejo a datos, la transferencia de datos con otros sistemas, o la inexistencia de adecuados interfaces de usuario. Como respuesta, se tiende a diseñar e implementar nuevos SGBD que sean capaces de utilizar "inteligentemente" los datos disponibles, e integrar las viejas y las antiguas aplicaciones de forma no traumática. Una base de información hipermedial tiene varios componentes:

1. Base de presentación: parámetros a aplicar para mostrar la información al usuario.
2. Base de estructura: visión lógica del hiperdocumento, según un modelo.
3. Base de contenido: conjunto de documentos que se integran en el hiperdocumento.
4. Base de utilización: información sobre hábitos y comportamiento de cada usuario.

En este mismo sentido, la concepción de una base de datos multimedia, en su modelo conceptual (correspondiente al esquema conceptual definido por ANSI/X3/SPARC), debe cumplir dos fases (CHORAFAS, 1994: 312):

1. Cognición, centrado en cómo reconocer el mundo real, sus entidades y relaciones.
2. Modelización, centrado en cómo representar los conocimientos obtenidos en la fase anterior, de manera que sean manipulables por la máquina.

A pesar de ser la integración de bases de datos heterogéneas una de las razones del desarrollo de sistemas de gestión de bases de datos multimedia, la industria todavía no ha establecido todavía estándares de formato entre ellas, por lo que se repite la misma situación que en momentos anteriores, entre ficheros de base de datos correspondientes a aplicaciones como dBASE, Paradox, etc. Aunque las aplicaciones tradicionales ya ofrecen "puentes" para compartir sus bases de datos, por el momento esto no es posible en lo que respecta a las bases de datos multimedia. Sin embargo, están comenzando a aparecer en el mercado nuevas aplicaciones que, sin cumplir los requerimientos clásicos de un SGBD, pueden generar documentos multimedia, tomando como base información y datos contenidos en otros tipos de fichero. Los límites entre la base de datos "real", y el documento multimedia resultante "virtual", son difíciles de establecer en el estado actual de la tecnología. Si puede decirse que es posible establecerse un algoritmo que define el proceso de formateo y composición del documento, en dos niveles:

1. Jerarquía lógica del contenido del documento.
2. Jerarquía física del documento formateado.

Esta es la premisa que define la norma ODA (Open Document Architecture) de ISO. En lo que respecta a otros estándares, la norma ISO que define el EDI (Electronic Document Interchange, y su versión EDIFACT), y el protocolo ANSI X.12 están más orientados a la estructura del documento que a sus posibles aspectos multimedia, lo que por el momento dificulta su aplicación real.

 

Jesús Tramullas y Kronos © 1997, 2000.