Reseña: Library Automation. Core Concepts and Practical Systems Analysis

En estos años de tanta modernidad social y espejismos tecnológicos, en algunos campos de la gestión de información se echan en falta los típicos manuales de referencia de toda la vida, que den un poco de poso a la catarata de información continua que abruma a estudiantes y profesionales. Uno de estos campos es la informatización de bibliotecas, un clásico en nuestro mundo.

Esta entrada la dedico a reseñar un libro de referencia: BILAL, Dania. Library Automation. Core Concepts and Practical Systems Analysis. (3ª ed). Santa Barbara, CA: Libraries Unlimited 2014. Y es que en la última década no había encontrado una obra de referencia sobre informatización de bibliotecas que estuviese planteada y desarrollada de una forma tan satisfactoria. Claro está, es la evolución del original Automating Media Centers and Small Libraries, publicado en 1998. Mucho ha cambiado el mundo digital desde entonces, y las bibliotecas también (al menos en algunos países).

El libro se estructura en 10 capítulos, de los cuales, realmente, tecnológicos sólo resultan ser dos ¿Sorprendido? Pues no debería ser así, teniendo en cuenta que una informatización de bibliotecas bien hecha es cuestión de planificación, método y equipo humano. Los entretenimientos tecnológicos en este campo son como el árbol que no deja ver el bosque. Las características y funcionalidades de los ILS (Integrated Library Systems) son rápidamente revisadas en el cap. 1, que se resuelve en unas sucintas quince páginas. El cap. 7 se dedica a revisar cuestiones sobre equipos, redes, computación en la nube… ¿y el resto de los capítulos?

Pues se dedican a planificación, método y ejecución. La autora plantea, ya en el cap. 2 su propuesta, a la que denomina Library Automation Life Cycle, LALC (esquema en la pág. 19), Y que desarrolla en cinco fases. La primera fase (cap. 2) corresponde a la identificación del sistema y a la planificación, centrándose especialmente en determinar si el proyecto y el sistema son factibles en el contexto de la organización. El cap. 3 desarrolla la segunda fase, dedicada a determinar los requerimientos de los usuarios del sistema. De TODOS los usuarios, no sólo de los bibliotecarios de turno. Y para ello uso métodos de inspección y técnicas participativas: no sirve aplicar ese enfoque tan común de pensar por los demás, muy en boga en ciertos contextos bibliotecarios. El cap. 4 se dedica a la selección del sistema a implementar… pero, en realidad, el punto clave del mismo es la redacción del RFP, Request For Proposals, el documento que requerimientos al que los sistemas deben dar respuesta, y no al revés. Me recuerda el caso de una biblioteca universitaria que eligió un sistema porque era el que tenían en la Complutense… para tener que cambiarlo de nuevo 3 o 4 años después.

Los caps. 5 y 6 se dedican a aspectos de implementación. El primero de ellos versa sobre la preparación de la colección para ser integrada en el sistema, tratando aspectos de reconversión, costes, estándares bibliográficos, etc. El segundo trata sobre la instalación del sistema, las pruebas de carga, la formación de usuarios del sistema, y los sistemas de control y seguimiento de acciones. Ambos se completan con el cap. 8, dedicado a la migración de sistemas. Finalmente, el cap. 9 el más extenso del libro, dedica una treintena de páginas a desarrollar procesos de evaluación del sistema, utilizando técnicas de usabilidad, lo que implica trabajar con usuarios reales y finales, no imaginados. Muchas implicaciones para los enfoques bibliotecarios tradicionalistas ¿verdad?

Un texto que nos devuelve a la parte básica de un buen proyecto de informatización de bibliotecas: estudiar, analizar y planificar, poniendo a los usuarios en el centro de los procesos. Frente a los espejismos tecnológicos digitales, menos samba y más trabajar…