No leas el Diario de Ana Frank: otro injustificado abuso del copyright

Hace una semana fuimos testigos de otro abuso (otro más) del mal entendido copyright, y de cómo unos mecanismos que teóricamente sirven para proteger a los autores se usan casi exclusivamente para el beneficio de organizaciones empresariales con comportamientos monopolísticos.

El caso es que la Fundación Wikimedia borró el texto en holandés de El Diario de Ana Frank, de Wikisource. Cabe preguntarse cómo esto es posible, dado que el 1 de enero se cumplieron los 75 años que establece la legislación holandesa para que las obras pasen a dominio público. Pues por la simple y llana razón de que la Fundación Wikimedia, responsable último de los servicios Wikipedia, Commons, Wikisource, etcétera… está sujeta a la legislación estadounidense, y allí el copyright se extiende hasta los ¡95 años!. Ahí es nada, para que luego vengan a hablarnos de proteger a los autores… parece que la esperanza de vida de los autores en los Estados Unidos debe ser mucho mayor que en otros países.

Puede argumentarse que la autora, desgraciadamente, falleció en circunstancias conocidas hace años.. ah, no, verás, es que puede haber editoriales que pueden reclamar derechos porque publicaron alguna una edición: ¿Aunque estén agotadas, las editoriales no existan, y otros motivos? Pues sí. Pero es que además resulta que, en el marco de esos tratados internacionales que se negocian «por nuestro bien», y que son tan transparentes y democráticos, desde la fecha de la firma del tratado de la ronda de Uruguay, en 1994, se reiniciaron los plazos para el cálculo de la extensión de los «derechos de autor» en Estados Unidos, con una acuerdo que afecta, por extensión y sin control, al resto del mundo. La entrada en el blog de Wikimedia lo explica con más detalle.

Como lector, estos abusos de las editoriales y de las entidades de derechos sólo me generan repulsa, rechazo y asco. Hace poco caí en el error de colaborar en su enriquecimiento comprando un ejemplar de El Principito. Un error que no voy a repetir. Me va a faltar tiempo para buscar un ejemplar en EPUB del Diario de Ana Frank, descargarlo y leerlo. Llueve sobre mojado. Hace una semanas intenté conseguir las obras completas de James Oliver Curwood, que publicó la Editorial Juventud: fuera de catalogo. Contacté con ellos, preguntando por restos en almacén, etc. Muy amablemente, me indicaron que no quedaba nada, y que tampoco tenían intención de reeditarlo. Tienes el producto, cuesta poco ponerlo en formato digital, puede haber clientela… y dejas que se pudra. Amor y dedicación a la literatura, a los autores y a la cultura, dicen las editoriales…