FESABID 2011… ¿un modelo agotado?

Han pasado unos días desde las ¿multitudinarias? Jornadas Españolas de Documentación FESABID 2011, celebradas en Málaga, y pasados los «furores» congresuales, es necesaria una reflexión sobre las jornadas. Debo decir que llevo asistiendo a las mismas desde su celebración en Gijón, en 1994, y que desde entonces sólo he faltado a las de Bilbao (2000). Y tras estas últimas, pienso que este modelo organizativo, de programa y de estructura de costes, que hasta el momento parecía funcionar razonablemente, me parece caduco, casi agotado, y me pregunto hasta cuándo tendrá recorrido. Esta afirmación tan contundente merece una serie de anotaciones.

En primer lugar, evidentemente cabe plantear cuál es el objetivo real y principal de celebrar las jornadas. Si el motivo es encontrarse, entonces debemos entrar a valorar si realmente necesitamos encontrarnos físicamente… lo cierto que es que «encontrarnos» no me parece un objetivo para congreso profesional. En realidad, muchos de los que nos «encontramos» nos vemos alguna vez durante el año en actividades sectoriales más especializadas, que generalmente suelen ser más provechosas. ¿Realmente se han debatido los grandilocuentes «retos y tendencias de los próximos años»? Pues me permito dudarlo, más que nada porque no quiero negarlo taxativamente. Otra cuestión a plantear es cuál es la motivación de los profesionales y especialistas para acudir. Para aprender y formarse no se va a un congreso; para eso está la universidad y la formación ofertada por las asociaciones (y ha mejorado mucho en los últimos años). A un congreso científico se va a conocer y a discutir sobre avances del campo que se trate; a un congreso profesional se va a conocer experiencias y proyectos en el sector, a discutir y a intercambiar, a participar de manera dinámica. Y no olvidar que algunos van por motivos mas mundanos, como los contactos con vista al negocio.

  • Recomendación: fijar objetivos reales y mensurables, establecer con precisión las líneas maestras de las jornadas, desterrar definitivamente las discusiones sobre el sexo de los ángeles (bibliotecario-archivístico-documentales, se entiende). Potenciar la participación directa de los asistentes en el debate.

Y es que el programa de Fesabid 2001 ha sido de todo, menos atrayente. A mí particularmente no me ha interesado nada, salvo alguna honrosa excepción. No se pueden montar unas jornadas esperando que los propios participantes llenen el programa con actividades paralelas, autogestionadas y autofinanciadas, de los tipos más variados, sin ningún tipo de política o línea argumental u organizativa. ¿Cuál ha sido el aporte real de la organización a las Jornadas? Porque si pensamos que los foros sectoriales, seminarios y talleres han sido casi todos montados desde fuera, por terceros y de forma desinteresada (bueno, algunos despedían un aroma empresarial apreciable…), y que para ellos Fesabid sólo ha dispuesto el pago de la sala/infraestructura, comienza a producirse un encadenamiento de pensamientos bastante «creativo»…

  • Recomendación: crear y enriquecer un programa de calidad, con líneas maestras bien definidas, especializadas, que vertebren el desarrollo temporal y de contenidos de las jornadas; superar el deslumbramiento por la novedad. Atreverse a preguntar previamente a la comunidad que quieren o necesitan. Buenos y abundantes ponentes no son un lujo, son una necesidad.

Veréis, Fesabid, pero va a ser que no. Ya he montado, con otros compañeros, tres sesiones/foros/talleres de soft libre en tres jornadas consecutivas. Todos con elevado índice de éxito y de asistencia. Y todo autofinanciado: los que habéis venido debéis saber que todos los costes los hemos asumido los organizadores en cada caso, no Fesabid, y que los ponentes han participado gratia et amore. No queremos dinericos ni recompensas: aún estamos esperando un gesto, un detalle o una palabra de agradecimiento. Por mi parte, esperaré a ver el planteamiento de las próximas jornadas, pero la verdad es que muy animado no estoy.

  • Recomendación: ser selectivo en las actividades integradas, exigir contenidos, calidad y rigor; dejar de considerar las actividades como una vía rápida y complementaria de generación de ingresos por matrículas extras.
Demasiado lejos… (foto tomada en las Jornadas)

Mención aparte merece el tema de las comunicaciones. Hace unos años podían ser vehículo de presentación de proyectos y experiencias, pero en la actualidad han dejado de tener sentido. Estuve un rato en una sesión, y salí rápidamente dado el bajo nivel de las mismas. Una estructura de sesión de póster para presentación (5 minutos máximo, prohibidos pogüerpoins), y una publicación en formato short paper de cuatro páginas es lo que se debería adoptar. Menos problemas, más agilidad, y más interés. Por cierto, es el primer Fesabid en el que las actas no están disponibles en el momento, ni siquiera en digital…

  • Recomendación: convertir las comunicaciones en short papers/posters de extensión limitada, centrados en proyectos y/o experiencias profesionales.

Un congreso no es sólo una cobertura 2.0. Las limitaciones de un evento no se pueden enmascarar a base de tuits o de redes sociales. La cobertura de las jornadas ha estado bastante bien, correcta y precisa, como corresponde a los profesionales que la han llevado a cabo. Pero es que tampoco la infraestructura ha sido la adecuada. Vale que todos los palacios de congresos de las décadas de 1980 y 1990 estén a las afueras, pero es que el de Málaga… lo único cercano era el centro comercial de El Corté Inglés, que sacó de apuros a muchos, dadas las limitadas prestaciones del palacio. Debo ser un poco raro, pero el espacio de la feria me pareció frío y a desmano, poco proclive a la visita (es el año que menos gente he visto dando la vara por los diferentes expositores), las salas previstas para actividades estaban alejadas, tras un largo acceso, con una pésima sonoridad, la iluminación exterior molestaba en muchas ocasiones, los equipos audivosuales eran de emergencias, siendo díficil de ver más allá de las primeras filas de asientos. ¿Conexión a internet? cuando viene el técnico y te dice que la organización ha contratado 4 mb para todos y que claro, con tanto uso no da abasto… y llegar a la cafetería era merecedor de una escena de persecución de zombies. Los voluntarios se lo pasarían muy bien y estarían muy emocionados, pero les ví un par de actuaciones que, en fin… ¿alguien se preocupó de prepararlos? Y no me voy a poner pesado con el café, pero ya se podían haber estirado por la tarde, caramba… gestionar un congreso también significa ser creativo cuando es necesario. Y disponer un horario sensato de actividades es ser racional: la tarde del jueves sufrió el castigo del horario de visita al Picasso, lo que debió de haberse evitado.

  • Recomendación: analizar detenidamente las prestaciones, ventajas e inconvenientes de un espacio de reunión, antes de proceder a su utilización; racionalizar la distribución de espacios y su relación en el entorno; comprobar la usabilidad de los elementos técnicos necesarios. Racionalizar el horario, ateniendo a la coordinación de actividades y las necesidades de los participantes.

Y no, no me sirve de nada la rimbombancia de que hay tres congresos en uno, porque todavía no puedo doblar el espacio ni cambiar las leyes de la física para estar en varios sitios al mismo tiempo… algunos sí que deben poder duplicarse, porque la ocupación del espacio en la cena en el Museo Picasso fue digna de mención 😉