El nuevo Delicious, un espejismo social

El 26 de septiembre, una entrada en el blog de AVOS nos informaba de la presentación de la nueva versión y/o interfaz de Delicious. El servicio se presentaba con una orientación más social, en un intento de crear red social alrededor de un modelo pretendidamente «enriquecido» de presentación, que no de organización, de enlaces. La nueva joya de la corona pretende ser el concepto de stack, una agrupación seleccionada, comentada y compartida de enlaces sobre un tema determinado. Pero una revisión un poco más detenida de las prestaciones, más allá de las notas de prensa, muestra que, en realidad, Delicious ha retrocedido notablemente.

Para poder apreciar el verdadero cambio, es preciso comprobar las funcionalidades existentes. Y las funcionalidades son muchas menos que en la versión anterior. De un servicio de marcadores se espera:

  1. Facilidad de marcado y etiquetado.
  2. Prestaciones de organización de enlaces.
  3. Gestión de etiquetas.
  4. Complementos de navegador para facilitar la gestión de información.
  5. Intercambio y colaboración sobre los enlaces.

Y ¿qué ofrece el nuevo Delicious en estos apartados? Pues, por desgracia, lo mismo o menos que antes. Se ha producido un empobrecimiento notable de las funcionalidades de gestión de información que se ofrecen al usuario, teóricamente en virtud de una mayor sencillez de uso, que en este caso es un simple eufemismo de incapacidad. El proceso de marcado y etiquetado es el mismo que antes. Por fin, se pueden usar etiquetas con varios términos, sin tener que usar trucos como guiones o unión de palabras, algo que la competencia ya ofrecía hace unos años. Eso sí, ahora en lugar de bookmarks, se llaman links, un notable avance conceptual (mode ironic off). En lo que concierne a organizar los enlaces de alguna forma, han desaparecido las posibilidades de agrupaciones jerárquicas, o mediante meta-etiquetas, los bundles, las networks… lo cual me lleva a hablar de la gestión de etiquetas o tags. Puedo decir que es la peor que he visto en los últimos años. Delicious, el paradigma de las tags y las tag-clouds del web 2.0, ha perdido, en la nueva versión, todas las capacidades de gestionar etiquetas: sólo puedes añadirlas o borrarlas cuando añades o editas un enlace, pero carece de funcionalidades para editarlas, modificarlas o borrarlas como entidades independientes. Es incapaz de ofrecerte una nube de etiquetas, ni de mostrarte un listado con todas las que has usado. Ya decía @merlovega con gran acierto en un mensaje de Twitter  que «menos stacks y más tags».

Las addons para navegador van camino de la desaparición. La propuesta de AVOS, los dueños de Delicious, es que prefieren que usemos bookmarklets. Para los que hemos trabajado con las prestaciones tan completas de los addons para Firefox, esta propuesta resulta ser directamente una burla. Para AVOS, evidentemente, es un ahorro de costes y esfuerzos. Y para los que desarrollan aplicaciones, dicen que en «un futuro» publicarán nuevas APIs… como para fiarte de este servicio. Y sobre las opciones de compartir enlaces, casi mejor lo dejo… ya he indicado antes que se pierden rings, networks, suscriptions… en favor de un modelo de stacks que, haciendo memoria, ni siquiera es original, ya que es similar al que fué propuesto en su día por el desaparecido Twine, y que ahora ofrece Evri llamándolos «canales»… Fríamente, ver la cantidad de funcionalidades que antes estaban disponibles y ahora no, ya que «están trabajando en ello», asusta… y no lo digo yo, lo dicen ellos en su página de Ayuda/Help. Lo cierto es que es necesaria rápidamente una versión completa y operativa, por lo menos para ponerse al nivel de Diigo o StumbleUpon, y no pasar a formar parte de la historia de la red.

El desastre de Delicious me lleva a dos reflexiones más. La primera es preocupante para los profesionales de la gestión de la información. Estamos asistiendo a un empobrecimiento progresivo de las funcionalidades que los servicios web están ofreciendo para gestionar información, con la justificación de la simplificación. Se está identificando la simplificación en el diseño de interfaces con la eliminación de funcionalidades avanzadas, dado que «la mayoría de los usuarios no las utilizan». Y se sustituyen las funcionalidades para gestionar información por prestaciones pretendidamente sociales. Por mucho que digan los gurúes de congreso, no se puede sustituir al experto por la masa social. De nuevo nos encontramos con servicios 2.0 gratuitos, que cambian las reglas del juego según sus intereses, en virtud del la gratuidad, del beta permanente, y de esas licencias de uso que nadie se lee. La segunda reflexión me lleva a la calidad de los contenidos de los blogs de información tecnológica en español. No se puede pretender ser una referencia autorizada, cuando te limitas a copiar la nota de prensa o la entrada del blog corporativo, sin crítica ni revisión, o, aún peor, a traducir la entrada de un blog anglosajón de referencia. La entrada que ha publicado Genbeta es simplemente ridícula; la de Techtástico es lamentable, demostrando que nunca lo ha usado realmente como un poweruser; alt1040 ni siquiera ha comprobado las prestaciones antes de escribir su texto; otros que he leido ni se han molestado en comprobar lo que funciona o no…claro que si Mashable y Lifehacker no escriben mucho más… sólo ReadWriteWeb, hasta ahora, ha hecho los deberes como se espera en un recurso de este tipo.