Clásicos de la documentación: As We May Think, de Vannevar Bush

Es un lugar común comenzar muchos textos sobre internet haciendo mención a Vannevar Bush y su famoso artículo As We May Think, que publicó en The Atlantic, en su número de julio de 1945.

En realidad, la cuestión es un poco más compleja. Vannevar Bush no era alguien que pasaba por allí y tuvo una iluminación. Era un ingeniero de amplia carrera, iniciada en la década de 1910, y que se doctoró conjuntamente en el MIT y en Harvard en 1916. En 1922 fundó con dos socios una empresa tecnológica, que en 1926 pasaría a llamarse Raytheon, y que es un potente referente tecnológico en la actualidad. Ya en 1927 construyó un computador analógico, el Analizador Diferencial, que calculaba mediante ecuaciones diferenciales.

En 1941, el presidente Roosevelt lo nombró director de la Office of Scientific Research and Development, que se encargó de coordinador todo el esfuerzo científico militar estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, es especial el Proyecto Manhattan. Sin embargo, al final de la guerra mostró sus recelos ante la preponderancia de lo que ya se denominaba el bloque industrial-militar, y el papel que podían desempeñar en el desarrollo de los Estados Unidos. Receptor de un buen número de distinciones, falleció en 1974.

En 1945 publicó el artículo objeto de esta breve nota, que ha sido considerado seminarl en muchos aspectos, en la gestión de información. Realmente, supera el concepto de Otlet: su punto clave de partida era que los métodos tradicionales de organizar y clasificar información, basados en estructuras organizativas lineales y jerárquicas, no eran eficaces ni eficientes. Para superar estas limitaciones, propuso una máquina capaz de almacenar diferentes tipos de información, en diferentes formatos, en un entorno distribuido, en el que diversas máquinas intercambiarían la información a través de una red de comunicaciones. Y como principio de organización de información se usaría la asociación, de manera que los usuarios pudiesen crear senderos de lectura, que asociasen documentos según sus intereses. Estos senderos y patrones serían dinámicos, pudiendo modificarse según cambiasen las necesidades o interses de los usuarios. Y también sería posible anotar y comentar los documentos e informaciones enlazados.

Esta máquina conceptual recibió el nombre de Memex, «una máquina conceptual capaz de almacenar amplias cantidades de información, en la que los usuarios tienen la posibilidad de crear información, pistas o senderos de información, enlaces a textos relacionados e ilustraciones, datos que pueden ser almacenados y utilizados en futuras referencias

Para los que gustamos de ir a los documentos originales (o casi), es posible leer el trabajo seminal de Vannevar Bush:

Y como siempre hay usuarios que prefieren un resumen visual, hay una interesante recreación animada del aspecto y funcionamiento de la máquina conceptual Memex.

Y otros que han construido un prototipo (2014)…