Youtube y las reclamaciones de copyright

Los abusos de los «defensores» de la propiedad intelectual llevan acaparando portadas y noticias desde hace tiempo. La facilidad con la que los políticos se prestan a los abusos de multinacionales y de lobbies del mas variado pelaje resulta una ofensa y un escarnio para cualquier sociedad justa y democrática. Máxime cuando resulta evidente que no se trata de proteger a autores ni creadores, sino a empresas intermediarias y espabilados de todo tipo.

Aunque es un tema que sulfura a cualquier persona, particularmente no había tenido problemas de ningún tipo ni reclamaciones, dado que procuro ser respetuoso con la ley, aunque esté hecha a medida de listos y caraduras, como en este caso. Como los lectores de este blog ya saben, me gusta la fotografía, y aunque las cámaras actuales hacen video en HD sin mayores complicaciones, no suelo usarlo. Hace unos días estuve fotografiando románico en el Monasterio viejo de San Juan de la Peña, y se me ocurrió grabar un par de minutos de capiteles. Ya puesto, usé el soft libre OpenShot para montarlo, y añadirle una banda sonora. Como no podía ser menos, gregoriano. Así que rápidamente busqué gregoriano en dominio público en internet, hasta encontrar un Dies Irae en el Internet Archive.

Y me encuentro con la sorpresa de que automáticamente Youtube me endosa una reclamación sobre el Dies Irae, por parte de AdRev for a 3rd Party. Otra panda de listos a coste del trabajo de terceros. La cosa no iría más allá, ya que tienes la opción de pasar de ello, y si no reclaman la retirada, puedes seguir publicando el video, sujeto a un infamante aviso de violación de propiedad intelectual. Por ahí no paso. Así que procedí a rechazar la reclamación, enviando a Youtube la justificación y el url con el gregoriano usado y la indicación de dominio público. Debo reconocer que Youtube estuvo ágil: en 24 horas había revisado mi respuesta y se había retirado la reclamación:

Yo tengo razón…

Ya puesto revisé el resto de mis videos, y otra sorpresa: en un inocente video de un tiovivo, en una plaza en Navidad, Music Publishing Rights Collecting Society había efectuado otra reclamación, por la música de fondo. Ya sabéis, hay que ir por la calle con tapones en los oídos, no vayáis a delinquir… también protesté la denuncia, y de nuevo se retiró la reclamación por parte de estos listos.

La cosa puede sonar a broma, de no ser por lo preocupante que resulta: el usuario es considerado directamente como culpable de una presunta infracción.  Se le obliga a demostrar su inocencia, en lugar de que sean los denunciantes los que demuestren poseer derechos legítimos. Y como les sale gratis, estas organizaciones se dedican a denunciar automáticamente, a diestro y siniestro, sin límite ni control. Todo con la esperanza de asustar y forzar al usuario a pagar, con la permisividad de Youtube. Cada vez me recuerda más a esas películas en las cuales un ciudadano se veía inmerso en procesos judiciales verdaderamente irracionales, que acababan en sentencias inculpatorias en la mejor tradición inquisitorial. Eso sí, he aprendido cómo resistir y responder. Y todos deberíamos hacer lo mismo, si tenemos razón, claro está.