Lo que aprenden en la LIS graduate school (o algo así)

Hace unas semanas el blog de la Association of College & Research Libraries nos regalaba con una interesante entrada, escrita por una «casi» graduada en LIS, Sarah Crissinger, sobre lo que había aprendido durante su estudio en la University of Illinois’ Graduate School of Library and Information Science, pero de aquello que, como decimos los latinos, «no está escrito«…

El aprendizaje social informal que tiene lugar en las titulaciones universitarias es un campo que da para mucho, en cualquier estudio. Desgraciadamente, en titulaciones con una elevada carga práctica secuencial poco creativa, como suele ser el caso de los grados en Información y Documentación que se imparten en  las españas, estas experiencias suelen verse limitadas a aspectos bastante técnicos y formales. Si a esto se une un enfoque competitivo desenfocado, como está imponiendo lo políticamente correcto en la educación superior, apaga y vámonos.

Volviendo a nuestra estudiante (seguramente en mayo ya graduada, enhorabuena), lo primero que resalta es que está muy agradecida por haber podido estudiar en la universidad. Y por haber podido compaginar su estudio con actividad educativa directa mediante asistencias. Y tras esto, pasa a enumerar y describir sus principales aprendizajes informales:

  1. No subestimar a sus pares o iguales. Esto no supone desestimar a profesores o tutores: supone estar en un entorno en el que los propios compañeros obligan a pensar y a trabajar.
  2. Esforzarse uno mismo. Tomar la decisión de salir de la zona de confort personal para ir más allá.
  3. Tener su propia filosofía, y desafiar (en el buen sentido académico) a profesores, tutores y compañeros.
  4. Reconocer tu propio valor, creyendo en tí mismo y en tus capacidades.
  5. Reflexionar sobre lo que se aprende, las relaciones que tiene con otros aprendizajes. Escribir, discutir o criticar mejora el aprendizaje.
  6. Iniciar prácticas sanas. Ser una persona completa desde el comienzo, poniendo límites y fronteras, aprendiendo a decir no.
  7. Aceptar el rechazo. Aprender de los rechazos para mejorar el trabajo propio.
  8. Ser amable con uno mismo. Aprender cuesta tiempo y esfuerzo, y uno no puede hacerlo todo

Pues sí, seguramente suena a manual de autoayuda… pero realmente, actitudes de este tipo permiten extraer mucho mayor provecho del paso de un estudiante por la universidad. Poniéndome más duro, prefiero esta autoayuda a los cansinos estudiantes del rollito «…es que no me han enseñado esto para las oposiciones… es que no me han enseñado lo otro… jo, que supermal…» Oiga, que esto es una universidad, no una guardería.