Desde hace tiempo utilizo en la docencia universitaria el ejemplo de los directorios temáticos especializados (subject gateways) como entrada al campo de los recursos de información digital. Los directorios eran la plasmación del ideal del tratamiento bibliotecario de la información en el entorno digital.
Lo tenían todo: tratamiento riguroso de la información, selección y valoración de fuentes, descripción según esquemas de clasificación especializados, uso de esquemas de metadatos, control de calidad, expertos humanos… todo ello resultado de una arduo trabajo desarrollado, especialmente en el entorno bibliotecario anglosajón, en la década de 1990. Además, generaron abundante bibliografía especializada (Navarro y Tramullas, 2005). ¿Qué queda hora de aquellos rutilantes servicios? Nada. Han cerrado todos. Su desarrollo y mantenimiento se han revelado como insostenibles:
- Intute cerró definitivamente en 2011, y dejó de ofrecer sus datos en 2014.
- BUBL cerró, sin fecha de confirmación.
- Infomine cerró en 2014.
- ipl2, sucesora de la Internet Public Library y de Librarian Index to the Internet, cerró definitivamente en 2015.
Los partidarios de la autoayuda bibliotecaria, tan tenaces como errados en sus planteamientos, seguramente verán con tristeza y abatimiento como estos magníficos servicios se han cerrado, y las causas probablemente serán culpa de los usuarios, de la educación, de los alienígenas, o vaya usted a saber… la desaparición de los directorios refleja, mejor que ningún otro ejemplo, el baldío esfuerzo por mantener, contra viento y marea, conceptos y pautas de trabajo antiguos, que no sirven para contextos tecnológicos y sociales dinámicos y cambiantes.
Pero no todo es negativo: el desarrollo de estos directorios trajo la costumbre de trabajar en modo proyecto compartiendo recursos, la convicción de usar esquemas de metadatos, la necesidad y el requerimiento de compartir datos mediante protocolos especializados, y puso las bases para la integración de información y recursos mediante técnicas de web semántico. Y también ha dejado claro que los servicios y productos de información ni son perfectos, ni inamovibles, ni eternos. En consecuencia, ni los métodos, ni técnicas ni procesos bibliotecarios y archivísticos pueden aplicarse sin más, ya que las audiencias y los usuarios, al igual que su entorno, también son cambiantes. Y siguen siendo un magnífico útil de enseñanza para los estudiantes de información y documentación, probad con CWIS…
